Volar, libre..

Wake up










-Despertate.


-¿Para que?


El encuentro se dio donde las olas rompen con furia y sirvió para reconocer el aroma a luna con el que se bañaba la dulce noche.


No era otro día en el paraíso, era realidad onírica devenida a magia austera, se mezclaban los sabores y aún lo hacen.


Cuando llegó la hora de separarlos, la muñeca le funcionaba sola. Garabateó por hora y media un trozo de papel, acabando con una sonrisa deliciosa recordando su sabor.


Ella siempre huele bien, siempre bañada en miel, siempre esbelta rebosante de lujuria y llena de rico sexo.


-Es una diosa.


-Despertate.


-¿Para que?


Cerrar los ojos envuelto en su aroma, rodeado de sus murmullos de noche, bañado en el calor de su océano se había convertido en clímax, dejando la nada para el resto de los insignificantes mortales.


-Es cuando cierra los ojos, los aprieta en señal de placer, cuando sonríe con expresión de niña de siete años, cuando gime, cuando habla, cuando canta. Es ella.


-Despertate.


-¿Para que?


Tomó su mano y caminó calmo, plácido, por la orilla que los bañaba en sueño. Hoy.


-No existe tal cosa como el sueño. No existe la realidad. Existe hoy. Hoy.


-




Danesha.-



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