Aromas ...

¿Cual es la condena cuando la victima es amor?
Renuncias a tu máxima oscuridad, leyendo sombras en esas noches perdedoras.
Conservas tu cálido ritmo de samba africana, conspirando con el erotismo mental.
Invasora hasta del mas triste de mis sueños. Haces el amor con las mismas ganas adolescentes. Y adormeces cada uno de mis sentidos, dejándome reposar inerte entre tus piernas.
El mismo sabor a sexo revolotea por tus pezones, casi firmando el mapa que señala el clímax.
Dispuesto a naufragar en tu océano tomo el timón de ese bote con rumbo al calipso.
Agigantando tus banderas blancas te entregas a los dientes del fiel dragón suponiendo que ese instante es perpetuo.
Muerdo tu cabello, lamo la sal de tu selva y vuelo.
Cruel abismo espera a carcajadas el fin.
Demuestras habilidades fascinantes para remontar una y otra vez la catarata de lujuria.
Hoy caigo en tu piel y me remojo en tu sangre, tenemos tiempo, el abismo puede esperar.